Hacía mucho tiempo que no participábamos en el evento HEMC, pero todos los meses íbamos a la página de nuestros compañeros a ver que nos proponían. El otro día lo hicimos y nos encontramos con la sugerente idea de las conservas y las delicias empezaron a pensar.
Qué podríamos preparar???????? Estuvimos un par de días ejercitando neuronas. Y finalmente fue un Eureka, teníamos unas manzanitas y una vaina de vainilla y de esa combinación, a priori extraña, surgió esta deliciosa Mermelada de Manzana a la Vainilla. Deliciosa...............como veis en la fotografía ya no hay desayuno en la que no aparezca. Aunque ya le quedan pocos desayunos jejejejeje. De dos tarros que preparamos, más o menos unos 750g de mermelada sólo queda el poquito que se observa en la fotografía. Ha sido un éxito en casa y eso que al principio nadie le tenía fe a esa mermelada.
Nos sorprendió lo sencillo que fue preparar la mermelada, por lo que os animamos a todos a prepararla. Ahí va nuestra explicación.
Ingredientes (para unos 750g mermelada)
500 g manzanas tipo Golden
Zumo de 1/2 limón
100 mL agua
350 g azúcar aproximadamente
1 vaina de vainilla
Elaboración
Previamente a preparar la mermelada tenemos que proceder a esterilizar los botes donde queramos poner la mermelada. Al final del post hay un anexo sobre cómo hacerlo.
Pelamos las manzanas y las cortamos en pedazos quitándoles los corazones, que pondremos a hervir en un cazo junto con la piel de las manzanas y el zumo del medio limón, durante unos 25-30 minutos junto con el agua. Así conseguiremos un jugo impregnado de pectina, proteína que proporcionará la textura a la mermelada.
Colamos este jugo obtenido y cocemos en él las manzanas junto con el azúcar y por supuesto la vaina de vainilla. Deberemos poner el mismo peso de azúcar que de manzanas.
Dejamos hervir lentamente durante unos 30 o 45 minutos, hasta que los trocitos de la manzana estén bien tiernos y transparentes. El almíbar que obtenemos deber ser muy denso.
Una vez conseguido el punto de la mermelada, lo envasamos y podemos tapar los envases una vez estén fríos, nosotras los dejamos toda la noche.
ANEXO
En la revista Comer bien hace algún tiempo, leímos las cinco reglas para esterilizar y son las que nosotras seguimos y las que os queremos comentar.
Tenemos que utilizar una cacerola de acero inoxidable, o aluminio, anchita y bastante alta, tiene que quedar unos 10 cm por encima de los envases. La medida no hace falta que sea con metro ni nada por el estilo, es más bien a ojímetro.
Los envases a esterilizar deben de ser todos del mismo tamaño.
Al hervir los envolvemos en paños de cocina, para evitar que se rompan al moverse durante el proceso.
Los cubrimos con agua y los llevamos a ebullición a fuego lento, tenemos que tener cuidado que siempre estén cubiertos de agua, si no es así le añadimos agua caliente.
Tenemos que dejarlos enfriar lentamente, para evitar que el cristal sufra fracturas.