El otro día estaba haciendo un poquillo de limpieza en el armario/despensa de la cocina. Ese armario que seguro todos tenemos lleno no, llenísimo, que no cabe ni una triste lata de atún y de esos que cuando quieres sacar algo, se te viene encima tres latas, dos paquetes de harina y tres de macarrones, y de fondo te sale una voz refunfuñante, o sea Luis, no sé si os ha pasado alguna vez, pero en mi casi cada día. El típico si no tuvieras tantas cosas, bla bla bla...... Pues eso lo que decía, haciendo limpieza encontré una tableta de turrón de jijona, una rezagada de las pasadas navidades. Pensé, como en casa no se tira nada, que puedo preparar?? y recordé un flan de turrón que había visto, y eso es justamente lo que quiero presentar hoy.
Esta receta la hemos sacado del increíble blog de Dolita , una buena amiga en este gran mundo bloggero. Aquí os pongo el link de su Flan de Turrón. No os lo perdáis.
Ingredientes ( 8 flanes)
1 L leche, yo he puesto desnatada
2 sobres de preparado para flan ( cada sobre era para 1/2 L leche)
1 tableta de turrón de jijona
200 mL nata líquida
3 cdas azúcar ( esto es como siempre, al gusto)
Azúcar para el caramelo, este es un poquito a ojo.
Elaboración
La verdad sea dicho es un postre rapidito de preparar, y muy sencillo.
Primero troceamos la tableta de turrón y con la ayuda de una batidora lo mezclamos con la leche. A esta preparación añadimos los dos sobrecitos del preparado del flan y seguimos batiendo hasta que se disuelva todo el preparado. Hay que ir con un poquillo de cuidado que no se formen grumos. Por último añadimos la nata y el azúcar, como ya he comentado, el azúcar es un poco al gusto. Reservamos.
Preparamos el caramelo, colocamos el azúcar en una sartén y calentamos a fuego medio. Veremos que se va poniendo de color doradito. Al caramelo, una vez ya disuelto el azúcar, se le puede añadir un poquito de agua, en casa no lo hacemos, pero es una opción.
Una vez listo el caramelo, lo colocamos en las flaneras bien repartidito. Rellenamos con la mezcla del flan. Sólo nos queda meter en la nevera y esperar dos o tres horitas hasta que haya cuajado.
A disfrutar!!!!
Increíble dos posts en una semana, esto es una buena señal....
En casa para Año Nuevo siempre preparamos el mismo plato Canelones, pero a la manera argentina, que es con crepes ( panqueques). Se pueden rellenar con muchas cosas, nosotros casi siempre los hacemos con espinacas, ricotta y lomo embuchado. Qué es lo que ocurre?? que compramos el triple de ricotta de la que realmente no necesitamos y cuando terminamos con los canelones no sabemos qué hacer con ella. El pasado lunes fuimos a cenar a casa de Liliana y Enrique, "los suegros", y llevé este pastel. En las últimas semanas les había llevado siempre pasteles de chocolate y esta vez les llevé éste de limón, era muy arriesgado, jejejeje, pero creo que les gustó, porque hubo quien repitió y todo.
Ingredientes
Para la base: 1/2 paquete galletas tipo María, o Digestive.
60 g mantequilla
1/2 kg ricotta
Dos limones
6 hojas de gelatina
150 g azúcar
300 mL nata líquida
4 huevos
Elaboración
La verdad que es una tarta muy sencilla de preparar y si la dejas de un día para otro queda mucho más buena.
Primero de todo prepararemos la base. Trituramos las galletas junto con la mantequilla. Colocamos la mezcla en un molde redondo con base desmontable y cocemos en el horno, 175-180 ºC, unos 10 minutillos, hasta que las galletas quedan un poco tostaditas.
Reservamos.
Calentamos en un cazo el zumo y la ralladura de los limones. Apartamos del fuego y agregamos las hojas de gelatina, que previamente las habremos hidratado en un poco de agua y las habremos escurrido. Removemos bien hasta que la gelatina esté disuelta y lo dejamos enfriar.
En un bol mezclamos el queso, con el azúcar e incorporamos la nata líquida y las yemas de huevo. Esto lo agregamos a la mezcla de la gelatina. Reservamos.
Montamos las claras de huevo a punto de nieve y las incorporamos a la mezcla del queso que hemos reservado antes. Para añadir lo hacemos poco a poco y con movimientos envolventes. La mezcla resultante la agregamos al molde de base de galleta y dejamos reposar durante mínimo 4 o 5 horas. Si se tiene mucha prisa, un truco es congelar la tarta un par de horas y sacamos media hora antes de servir.
Así es como queda una de las porciones:
Espero os haya gustado, en casa encantó.....aunque se siguen quedando con las de chocolate. Son tan exigentes, jejejejejeje, pero en el fondo son fáciles de contentar.
Sí, ante todo ya sé que la perseverancia no es nuestro fuerte. Siempre hemos pecado en lo mismo, jejejeje. Pero siempre acabamos volviendo. Cristina sigue disfrutando de su nueva maternidad con el pequeño Arnau, que ahora que nadie me escucha cada vez es menos pequeño y Martina haciendo las travesuras típicas de una niña de casi cuatro años. Madre mía cómo pasa el tiempo, hace nada que estaba yendo a la clínica a ver a mi hermana porque acababa de dar a luz a Martina, y ya han pasado 4 años.....Es como esa canción de Pablo Milanés "....El tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos..."
Es como el inicio de este blog, me parece que empezamos hace nada y ya han pasado tres años, uauuuuuu. Por desgracia los últimos dos años no han sido todo lo prolíficos que hubiéramos querido, pero bueno lo seguimos intentando, algún día llegaremos al objetivo, jejejejeje.
Los panecillos que hoy traigo los he sacado de una revista de repostería que compré en Buenos Aires hace dos años que se llama Pastelería Artesanal, no sabéis la de maravillas que se pueden sacar de ahí, jejejeje. Estos panes los preparo a menudo y hacen las delicias de mi suegra, Liliana, con lo cual ya sabéis que la tengo en el bote. Si tenéis suegras/suegros a los que meteros en el bolsillo, estos panes pueden ser el camino, yo lo he conseguido. Quedan con textura de brioche pero no son tan dulces. El resultado es siempre el mismo, nunca queda ninguno.
Ingredientes
(Con estas cantidades salen 12 bien grandotes, o 24 chiquitillos)
Fermento:
25 g levadura fresca
1/2 taza de agua
50 g harina de fuerza
1/2 cda azúcar
Amasijo:
450 g harina de fuerza
30 g azúcar
1/2 cda sal
1 cda aceite de oliva
2 huevos
150 mL leche
Para pintar los panes usaremos 100 g margarina ( o lo que os haga falta) y 1 huevo.
Manera de proceder
Primero prepararemos el fermento, para ellos colocamos la harina en un bol, mezclamos con el azúcar y reservamos. En otro bol disolvemos la levadura con agua tibia. Una vez todo disuelto, añadimos la mezcla de la levadura al bol de la harina y removemos. Lo dejamos reposar hasta que doble su volumen, más o menos es entre 1 y 2 horas.
Una vez pasado este tiempo, preparamos el amasijo. Colocamos la harina en un bol en forma de volcán y vamos añadiendo en el centro azúcar y sal. Mezclamos bien y volvemos a hacer un volcán. Hacemos un hueco en el centro donde añadimos aceite, huevos y fermento.
Unimos y añadimos poco a poco la leche templada. Amasamos un poquito y colocamos en un bol limpio untado de aceite, donde lo dejaremos levar hasta que duplique su volumen, en un lugar cálido y seco.
Una vez haya levado, lo desgasificamos con pequeños golpes. Haremos unas bolitas y colocamos en una bandeja apta para el horno sobre papel sulfurizado, del tamaño que queráis, andar con cuidado de no ponerlas muy juntas, que levarán otra vez. Pintaremos las bolitas con mantequilla y las dejaremos levar hasta que doblen el tamaño.
Por último pintamos con huevo e introducimos en horno precalentado a 180º-190ºC unos 20-25 minutos. El tiempo es lo de siempre, dependerá del tamaño de los panecillos, del horno, etc.
Sacamos del horno y los ponemos en una rejilla para que se enfríen.
Y para terminar, y siempre que se me permita, un poco de música. Un clásico de la rumba catalana con Peret y Muchachito.