Qué tal va la semana?? Después de tanto fútbol como estamos teniendo, que conste no me quejo, porque soy muy futbolera, casi no tengo tiempo de cocinar. Cada tres días tenemos partido y esto no puede ser, jejejeje. Del anterior post comentar que les emocionó mucho a mis suegros. La verdad que es un momento extraño, son muchas emociones encontradas. Ya os seguiré contando, porque nos quedan días muy intensos.
Hoy os quería traer unos panecillos y contaros una pequeña historia. Como ya sabéis Martina es mi sobrina y junto con Arnau, mi otro sobrino, son un gran motor tanto para Luis como para mi. La verdad que llega el fin de semana e intentamos encontrar el momento de estar con ellos. Martina ya tiene la friolera de 4 años y el pequeñajo tiene 6 mesecillos. No es pasión de tíos, pero son una debilidad para nosotros. Estos panecillos se los preparé a mi princesa, así la llamo yo, para llevarse bocadillo a la escuela. Son muy ricos y son ideales para el desayuno o bien una rica merienda.
Ingredientes ( 15 panecillos, fueron repartidos a partes iguales entre mi hermana y yo, jejeje)
450g harina de fuerza blanca
2 cdtas sal
1/2 cdta azúcar blanquilla
25 g levadura fresca (1 dadito)
50 g mantequilla
1 huevo
250 mL leche desnatada templada
Elaboración
Formamos un volcán con la harina, tamizada previamente, junto con la sal, azúcar. Hacemos un huequito en el centro y añadimos la levadura desmenuzada y la cantidad de leche suficiente para que sin dejar de mezclar obtengamos una masa blanda, pero no pegajosa. La cantidad que yo he indicado arriba es orientativa, ya que como siempre dependerá del tipo de harina, de la humedad del ambiente, etc.
Colocamos la masa sobre la superficie de trabajo, espolvoreada con un poquito de harina, y amasamos hasta que quede una masa homogénea y elástica. Formamos una bola e introducimos en un bol untado con aceite y dejamos levar hasta que doble su tamaño.
Una vez que ha levado, desgasificamos la masa con unos suaves golpes. En este momento dividimos la masa en porciones de unos 75-100 g. Vamos dando forma redondeada y colocamos sobre bandeja de horno, con papel sulfurizado. Dejamos levar de nuevo durante unos 30 minutos o 1 hora.
Precalentamos el horno a 200 ºC y una vez que hayan levado los bollitos los introducimos durante 15-20 minutos. Deben quedar bien doraditos.
Podemos antes de meterlos en el horno, pintando los panecillos con un poquito de agua y esparciendo semillas de amapola o sésamo por encima. Yo no le puse, porque en casa no siempre son bien aceptadas.
Bueno, ya queda menos para el fin de semana. Por fin mañana es jueves y ya estamos más cerca del próximo clásico. El martes es el último Barça-Madrid, jejeje.
Por cierto, me habéis concedido un par de premios, hoy ando justilla de tiempo pero en el próximo post los colgaré. Muchas gracias, de verdad.