MILHOJAS DE PATATA Y CALABACIN

Hemos decidido crear una nueva sección en nuestro blog, para dar salida aquellos restos que quedan en la nevera , o bien para dar una nueva presencia a las sobras de una comida. Esta nueva carpeta se llamará "en casa no se tira nada".

Es una receta que no tiene dificultad, y se lleva a cabo en unos 35-40 minutos. Os pasamos a explicar.

Ingredientes (4 personas)

1/2kg de carne (restos de comida)

2 patatas grandes

2 calabacines

3 escalonias (nosotras pusimos cebolla común)

2 dientes de ajo

100ml aceite de oliva

200ml caldo de verdura

sal y pimienta, y un poquito de estragón fresco preferiblemente

Preparación

Por un lado pelamos las patatas y cortamos en rodajas finas. Las colocaremos en una fuente que pueda ir al horno, añadimos un poco de aceite y el caldo de verduras y las asaremos durante unos 10 minutos a 200ºC . Reservaremos.

En segundo lugar, lavamos los calabacines, y sin pelarlos los cortamos en rodajas más o menos finas. Saltearemos en una sartén o una plancha con un poquito de aceite. Escurrimos en papel y también los apartamos.

Ahora le toca a la carne, se trata de aprovechar algo que te ha sobrado, como un ragú, carne de cocido, o como en nuestra receta demasiada boloñesa para un plato de pasta.

Salteamos la carne junto a las cebollas y los ajos con 2 cucharadas de aceite. Salpimentamos y añadimos un poco de estragón, ojo que tiene un sabor muy intenso. Mezclamos bien.

Ahora le daremos forma, alternaremos capas de patata, carne y calabacín, nosotras hemos utilizados unos aros que tenemos. Espolvoreamos con queso parmesano y los ponemos en la bandeja del horno unos 5 minutos a 200ºC, para que se dore el queso. Desmoldamos y a la mesa.

Esperamos que os guste esta receta muy pero que muy aprovechada.

Nota: También podemos hacer esta receta con bechamel, con tomate frito, etc.

Panecillos Caprese -- HEMC 25

Bueno esta será nuestra primera aportación a este tipo de eventos y como no podía ser menos hemos preparado un pan, seguimos obstinadas con el tema, jejeje. Bueno hemos preparado unos panecillos Caprese, que al igual que la ensalada Caprese, lleva mozzarella, albahaca y tomate. La verdad son muy sencillos de preparar y el resultado es una maravilla. Esperamos que disfrutéis tanto como nosotras al prepararlos y obviamente al degustarlos.



Es muy sencillito de preparar y los ingredientes son muy comunes en cualquier cocina. Bueno la explicación es muy simple, ya vereis.

Ingredientes (para 1 docenita de estos panecillos)


500 g harina leudante

75 g aceite de albahaca (después explicaremos cómo la preparamos)

75 g mozzarella, de la de barra

2 cucharaditas sal

Pimienta negra molida

10 g de levadura de panadero

200 mL agua

50 g tomates secos
1 huevo batido, para pintar.
Para el aceite de albahaca necesitamos:

150 g aceite de oliva
15 hojitas de albahaca fresca
1 cucharadita de pimienta negra en grano
1/2 hoja de laurel

Elaboración

Primero de todo, prepararemos el aceite de albahaca, para dejarlo reposar un poquito. Necesitaremos también un tarro de cristal, que tenga tapa. En un bol introduciremos el aceite de oliva, los granitos de pimienta y las hojitas de albahaca bien cortaditas. Usaremos un batidor manual para mezclar bien y la mezcla la introduciremos en el tarro de cristal, junto con la hojita de laurel, y lo dejaremos reposar, al menos unas cuatro horitas.


Una vez listo el aceite procederemos a preparar los panes. Tamizaremos la harina en un bol, haremos una corona con la harina y dentro introduciremos todos los ingredientes, sal, un toque de pimienta molida, aceite, mozzarella y los tomates secos, que previamente los habremos hidratado.

Los tomates se hidratan colocando agua en un cazo y llevándola a ebullición, entonces los introduciremos en el cazo pero ya con el fuego apagado. Podemos aprovechar el agua para añadirle a la mezcla de harina, esto ya lo dejamos a decisión vuestra.

Troceamos los tomates, ya hidratados, y los añadimos a la mezcla. Entonces ya sólo nos queda añadir el agua, unos 200 mL, como siempre decimos irá en función del tipo de harina. Amasaremos hasta que logremos una masa sedosa y suave. Una vez conseguida, formaremos una bolita y la tapamos con papel de film, la dejaremos descansar durante cinco minutos.

Una vez transcurrido este tiempo, empezaremos a formar los panecitos. Cortaremos pedacitos de masa, intentaremos que todos sean más o menos iguales. Les daremos forma redondita y dejaremos descansar unos minutitos. Finalmente les daremos la forma deseada, nosotras le dimos forma de panecillo, y lo colocaremos en una bandeja apta para horno, podemos enmantecar la bandeja o poner papel vegetal.

Realizaremos con la ayuda de unas tijeras unos cortes oblicuos en los panecillos. Pintaremos con el huevo batido y los dejaremos levar unos cinco minutitos.

Precalentamos el horno a 200ºC y entonces introducimos los panecillos de 12 a 15 minutos, hasta que estén doraditos. Finalmente sólo nos queda degustarlos, esperamos que os gusten tanto como a nosotras.

SALMOREJO

En casa acostumbramos a tomar en el verano gazpacho fresquito. Pero también hacía tiempo que nos pedían degustar un salmorejo. Y decidimos buscar recetas, porque sabíamos que era parecido al gazpacho, pero poca cosa más. Este fin de semana de nuevo hemos preparado la receta de salmorejo que descubrimos en la web de Ana, http://www.recetasdemama.es/ , que os recomendamos visitéis, tienen recetas estupendas, entre ellas este excelente salmorejo, con un gusto y una cremosidad para chuparse los dedos.

Aunque partimos de la receta original que propone Ana, nosotras añadimos dos yemas de huevos a la mezcla para que espese un poco más.

Ingredientes

1 kilo de tomates de pera

250gr aceite oliva virgen

2 yemas de huevo (opcional)

200gr de pan

sal y vinagre

1 diente de ajo

Preparación

En primer lugar, escaldaremos los tomates en agua hirviendo unos minutos para extraerles la piel. Seguidamente, partimos el pan en trozos pequeños y lo colocamos en el vaso de la batidora, añadimos aceite y los tomates para que vayan humedeciendo el pan, por último el ajo, la sal y vinagre al gusto. Batimos hasta conseguir una mezcla cremosa. Nosotras decidimos añadir las dos yemas de huevo, para espesar un poco el salmorejo. Se acostumbra a acompañar de huevos cocidos picados y jamón. Como veis es una receta rica no, riquísima. Idónea como plato único. Espero que en estos contados días de calor que nos quedan os decidáis a probar el salmorejo, si es que no lo habéis hecho ya.

Nota: Preferimos utilizar el tomate de pera para elaborar tanto el gazpacho como el salmorejo.

Y vamos con otra de pan, pan de centeno

Marchando otra de pan!!!!!!
Todavía no es el pan blanco que habíamos prometido, porque seguimos con los problemas en el material audiovisual, pero bueno esperamos que lo comprendais. Mañana muy posiblemente, podamos colgar el post del otro pan, si solucionamos los dichosos problemillas.
Acabamos de preparar un pan mixto de harina de trigo y harina de centeno. Ni siquiera hemos podido esperar a que se enfriara para hincarle el diente, el resultado ha sido espectacular y hemos decidido dejar de comer porque no era para comerlo ahora y porque teníamos que hacer la fotografía. Bueno, después de haberlo degustado ampliamente, demasiado quizás, os explicamos cómo lo hemos preparado. Esperamos que os guste tanto como a nosotras.

Ingredientes (para 1 pan de unas 12-14 rebanadas)

350 g harina de trigo

2 cucharaditas de sal

225 g harina de centeno

7 g levadura fresca

2 cucharadas de aceite de oliva

150 ml leche templada

150 ml agua templada

2 cucharadas de semillas de sésamo, blanco y negro

Elaboración

Primero de todo tamizamos la harina blanca y la sal en un cuenco y vamos añadiendo la harina de centeno. Las mezclamos bien y entonces añadimos la levadura, la deshacemos un poquito con las manos antes de agregarla. Con la mezcla de harinas hacemos una montañita con un hueco en el centro. En ese hueco, agregamos el aceite, la leche y el agua y mezclamos bien hasta obtener una masa de textura blanda.

Colocamos la masa sobre la superficie de trabajo, previamente enharinada, y amasamos hasta adquirir una textura homogénea y elástica.

Le damos forma redondita y lo colocamos en un bol, lo tapamos y lo dejamos en un lugar cálido hasta que leve hasta el doble de su tamaño. Nosotras lo metimos dentro del horno, eso sí sin calor, vamos apagado.

Una vez ha levado, trabajamos un poquito la masa, para que no se abra durante la cocción. Le damos la forma deseada, en nuestro caso fue alargado. Mientras calentamos el horno a 220 ºC, le practicamos unos cortes en la superficie del pan y lo pintamos con un poquito de leche, para colocarle las semillas, si no os gustan se pueden cambiar por otras o directamente no ponerle. Introducimos la masa en el horno unos 15 minutos a 220ºC, transcurrido este tiempo lo bajamos hasta 190ºC y lo seguimos cociendo otros 15-20 minutos.

Pasado este tiempo lo colocamos en una rejilla para que se enfríe y poder degustarlo. Esperamos sea de vuestro agrado.

Pan integral casero

Hemos retomado el día a día y como buen mes de septiembre empezamos la dieta y nos apuntamos al gimnasio. Bueno esto último no, pero con los kilos que hemos cogido en las vacaciones sí que nos va a tocar hacer algo, porque si no llegaremos a Navidad y entonces sí que no los sacamos nunca más. Entonces estábamos en una disyuntiva, qué hacemos?? La respuesta fue este pan, eso sí integral, que ante todo está la línea que perdimos hace tanto tiempo, porque echarle la culpa al verano sería no ser honestas, jejeje. La receta la sacamos de nuestra última adquisición, un libro que se titula 365 panes, no sé si llegaremos a prepararlos todos pero de momento empezamos con este. La verdad que quedó muy rico y nos aguantó un par de días, y no nos vamos a engañar no le teníamos mucha fe al principio, pero al final nos sorprendió y muy gratamente. Bueno sólo nos queda explicar brevemente cómo lo preparamos y animaros a prepararlo.

Ingredientes (para 1 pan de 12 raciones)

350 g harina integral

1 cucharadita sal

1/2 cucharadita azúcar blanquilla

12 g margarina vegetal a dados

7 g levadura fresca

225 mL agua templada

Elaboración

Mezclaremos primero la harina, la sal y el azúcar en un cuenco grande; luego amasamos con la mantequilla. Una vez hemos terminado con la mantequilla incorporamos la levadura y no dejamos de amasar. Practicamos un hueco en el centro de la masa, tipo volcán, y añadimos la cantidad de agua necesaria para conseguir una masa de textura blanda. Dependiendo del tipo de harina, necesitaremos menos agua, es mejor ir añadiendo conforme la vamos necesitando. Que conste que todo es casero, de momento no tenemos ni thermomix ni panificadora, ni nada que se le parezca.

Colocamos la masa sobre la superficie de trabajo, ligeramente enharinada, y amasamos hasta obtener una textura homogénea y elástica.

Le damos forma redonda a nuestra masita, la tapamos con un trapito de cocina y dejamos que leve hasta el doble de su tamaño en un lugar cálido. Nosotras lo metimos dentro del horno, eso sí, el horno apagado.

Una vez haya levado, lo sacamos y lo volvemos a colocar en la superficie de trabajo, nuevamente enharinada. Lo trabajamos un poquito, no conviene pasarse. Le damos forma redondita o bien en forma de barra, según los gustos, y le practicamos un corte en la superficie en forma de cruz.

Colocamos la masa en el horno, previamente calentado, a 230 ºC. Esto lo prolongamos unos 15 minutos y entonces disminuimos la temperatura hasta 200 ºC y cocemos durante otros 15-20 minutos.

Transcurrido este tiempo, lo sacamos del horno y lo colocamos en una rendija para facilitar que se enfríe. Una vez frío ya está listo para cortar en rebanadas.

Podemos esparcir algún tipo de semillas en la superficie, lo podemos hacer pintando la masa con un poquito de leche antes de introducirlo en el horno.

Hasta pronto!!!

Y ya de vuelta a la realidad

Bueno, todo lo bueno ya se acaba y no van a ser menos las vacaciones. Se terminaron ya los días de playa, fue un factor decisivo la aparición día sí y día también de la tramontana, ese viento que sopla por allí por el Empordà, y que tiene tan mal genio, porque cuando dice de soplar no hay quien haga su vida cotidiana. Sin embargo esos rincones que nos brindan la zona del Empordà, nos seduce sin lugar a dudas, alguna pequeña cala a la que acceder caminando, un paseo por el camino de ronda, o una excursión en bicicleta, bien en resumen un paisaje para comtemplar, no para explicar. Os lo recomendamos.

Ya de vuelta de esos días de descanso y retomando la vida cotidiana. El viaje a Buenos Aires ha sido espectacular. Han sido unos días de comer mucho y muy bien, aportaremos alguna receta aprendida allí. Han sido días de conocer a parte de la nueva familia, la pareja de una de las delicias es de Argentina, y por tanto ha ido a que le presenten a la familia política. Días muy emotivos, sobre todo a la hora de marchar. Conociendo la realidad de un país, que no deja de sorprender cada día que pasa y conociendo a unas personas que te sorprenden, pero por supuesto gratamente. Se ha conocido a todo un grupo de personas, que difícilmente se podrán olvidar, son de aquellas personas que dejan huella en uno y lo mejor es que lo hacen siendo simplemente ellos mismos. Son con pequeñas cosas, pero son acciones que cuando vienen de desconocidos agradan muchísimo más.
Gastronómicamente hablando, hemos comido asado (aunque no hemos podido realizar ninguna fotografía), hemos degustado los grandes vinos de ese país, hemos tomado mate en familia y con amigos (próximamente colgaremos un post sobre la costumbre de tomar esa hierba), hemos probado las facturas (no las de pagar eh!) que son bollería pero son increíbles, nada que ver con los croissants que podemos encontrar aquí en Barcelona.
Realmente no sé que más se puede explicar, hay muchísimas más cosas a contar, pero a veces se trata de sentimientos, sensaciones, que son muy difíciles de expresar en cuatro palabras.
Sin embargo sí que se pueden comentar unas cuantas adquisiciones que hemos hecho. Tenemos la máquina para elaborar espaguetis y tallarines, ya os la colgaremos en un próximo post; también hemos adquirido un accesorio para preparar raviolis totalmente caseros y lo mejor de todo una ñoquera. Igual os preguntáis qué que es, pues es muy sencillo, es la maderita que le da forma a los ñoquis. Cuando los preparemos os explicaremos que tal.
Bueno dicho todo esto, simplemente comentar que ya hemos vuelto y que agradecemos enormemente todos los mensajes que nos habéis dejado en estos días de vacaciones, la verdad siempre es muy gratificante saber que te tienen en cuenta aunque estés lejos.
Un abrazo muy fuerte para todos y muchos saludos.
Ahora toca ponerse las pilas!!!!!!