Mousse de queso y mandarina

Feliz Navidad a todos!! Están siendo días de comer con nuestras familias y en grandes cantidades. Son días de grandes esfuerzos por complacer a la familia, intentando innovar en los menús y trabajando un montón. Ayer celebramos el día de Navidad en casa de mi abuela pero cocinamos mi hermana y yo. Preparamos un montón de cosas, evidentemente sobró de todo, pero disfrutamos horrores con todos los preparativos y al final creo que todos disfrutaron un montón. No pudimos hacer fotografías de casi nada, pero de lo poquito que pudimos, os lo traeré próximamente. Los niños hicieron cagar al Tió, ese tronquito que da regalos, y todos acabaron muy felices. Que tal lo habéis pasado vosotros?

El postre que hoy os quiero traer es ideal para estas fechas. Es muy suave, ideal para una comida copiosa, típicas en estos días. Es sencilla de preparar, pero quedará mucho más sabrosa si se hace el día de antes, se intensifican los sabores.

Ingredientes ( 6 personas, sin derecho a repetir)

Base:

5 o 6 galletas digestive
25 g mantequilla

Capa de queso:
250 g queso tipo quark
250 g nata de postre (para montar)
2 Mandarinas
75 g Azúcar
3 o 4 hojas de gelatina neutra
1/2 cda de azúcar avainillado

Capa gelatina:
1 hoja gelatina
25 g azúcar
Zumo de 1 mandarina
Colorante naranja

Elaboración

No es un postre difícil de preparar, únicamente tienes que ir preparando por capas y esperar a que la anterior esté lista.

Primero de todo prepararemos la base de galletas, es la que preparo siempre. Trituramos galletas, yo uso Digestive pero puede ser las que más os gusten, junto con la mantequilla hasta que quede con textura como el pan rallado. Lo extendemos en el molde escogido y llevamos al horno durante unos diez minutos. Yo como he preparado pasteles individuales y he usado unos aros, dispuse las galletas al final y lo llevé a la nevera.

Rallaremos la piel de las mandarinas y prepararemos el zumo. Hidratamos las hojas de gelatina en un bol con agua fría, más o menos tardan unos 10 minutos. Colocamos en un bol el queso, el azúcar, el azúcar avainillado, piel de mandarina y removemos bien hasta que el azúcar quede bien integrado. En un cazo calentaremos dos cucharadas de nata, una vez caliente añadiremos las hojas de gelatinas, ya hidratadas, totalmente escurridas. Desharemos la gelatina y lo añadiremos todo a la mezcla del queso. Montaremos la nata con ayuda de unas varillas eléctricas. Por último agregaremos el zumo al bol del queso y la nata montada, la añadiremos poco a poco y con movimientos envolventes para que no pierda volumen.

Esta mezcla la verteremos en nuestros pequeños cilindros, dejando medio cm para la gelatina,  y lo llevaremos a la nevera por espacio de 2 o 3 horas. El tiempo que tarde la gelatina en cuajar.

Hidrataremos la hoja de gelatina, como ya os he explicado antes. Herviremos un poquito de agua y el zumo de mandarina, en total entre las dos cosas necesitaremos unos 50 mL. Añadimos el azúcar y por último la hoja de gelatina escurridas. Removemos para que se deshaga completamente. Pondremos dos o tres gotitas de colorante, para intensificar la tonalidad. Colocaremos esta mezcla sobre la de queso y volveremos a llevar a la nevera durante otras 2 o 3 horas.

Llevaremos a la mesa y a servir. Nosotros escogimos para adornar unas frambuesas frescas, pero esto lo dejo a vuestro gusto.

Variantes del postre: se puede realizar con cualquier cítrico, habrá que variar la cantidad de azúcar y ya está. Si es limón o lima, poner menos zumo, si no la mousse quedará excesivamente ácida.

Espero que os haya gustado la receta de hoy. Que tengáis una buena semana y toca ir preparando el menú de Año Nuevo. Que cansancio, tanto comer no debe ser bueno, jejeje.