Galletas tipo oreo

Hoy como todos bien sabéis es el día de San Valentín. Para las Delicias no es una fecha muy señalada, la verdad no la celebramos, pero siempre es una buena ocasión para preparar algo especial y para no faltar a la verdad tenemos una botella de cava enfriándose en el congelador....para una copa de cava siempre es un buen momento, jejeje.

Hace una semanita ya sabéis que tuve visitas a merendar, la primera opción que les preparé fue la tartaleta de peras y mascarpone que ya os presenté, y la segunda fueron estas galletas. Desde el día que las vi en el blog de Mi dulce tentación sabía que las tenía que hacer. Las preparé básicamente por Martina que era la que me insistía siempre que venía a casa, tía me has hecho las oreo, y después de tantas caras de decepción ante mi negativa, sucumbí....y aquí las tenéis. Ya sé, soy débil, pero es mi chiquitina.

Son sencillitas de hacer y el resultado es delicioso, que manera de comer, jejeje. Las volveré a preparar, se pasan a la libreta de habituales porque son un auténtico vicio. Nada que envidiar a las comercializadas.

Ingredientes ( 12 galletas)

Tapas:

175 g harina de repostería

95 g cacao en polvo

1 cdta de bicarbonato sódico

80 g mantequilla sin sal

100 g azúcar moreno (si preferís de la blanca poner unos 125-130 g)

1 huevo 

Una pizca de sal

Relleno:

60 g mantequilla sin sal

50 g azúcar glas

Esencia de vainilla

Elaboración

Primero de todo prepararemos las tapas de las galletas y así mientras se van enfriando iremos preparando el relleno.

En un bol introducimos la harina, cacao la sal y el bicarbonato. Mezclaremos bien para integrar todos los sólidos y después tamizaremos. Reservamos.

En otro cuenco batiremos el huevo con la mantequilla derretida y el azúcar moreno. Yo puse la mantequilla unos 20 segundos al microondas. 

Mezclaremos los sólidos con la preparación de la mantequilla con ayuda de una espátula de silicona hasta formar una masa que podamos trabajar. Después espolvoreamos un poco de harina sobre la superficie de trabajo y con la ayuda de un rodillo estiraremos la masa hasta que tenga más o menos un grosor de 1 cm. Al principio la masa estará muy dura, pero rápidamente notaremos que va cambiando esta textura. Con un cortador iremos dando forma a nuestras tapas, yo usé uno con el borde en forma de pequeñas ondas y de un diámetro de unos 3-4 cm. Podemos escoger el que queramos y en función del tamaño nos saldrán más o menos tapas.

Colocaremos las tapas en una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado y las llevaremos al horno precalentado a 200 ºC durante unos 13 minutos. No dejar más porque si no es posible que queden muy duras. Las pondremos en una rejilla para que vayan enfriándose y reservaremos.

Ahora nos toca preparar el relleno. En un bol colocaremos la mantequilla, a temperatura ambiente, el azúcar y la vainilla, un par de chorritos, y batiremos hasta formar una pasta. Si queda muy líquida, dejar en la nevera unos diez minutos que quedará más durita, nos será más sencillo para untar. Veréis que el relleno a mí me ha quedado muy oscurito, es por la esencia. Si queréis que queden bien blanquitas es mejor usar extracto de vainilla que con unas gotitas es suficiente y no le da color al relleno.

Iremos rellenando nuestras galletas con ayuda de una cucharilla, colocaremos el relleno en el centro de la galleta y con una de las tapas nos ayudaremos a extenderlo. 

Sólo nos queda preparar el vaso de leche y a degustar.....

Espero que os haya gustado, feliz semana.