Panecillos de centeno

Esta semana ha sido realmente extraña, me da la sensación que fue ayer que publiqué esas muffins saladas y ya ha pasado una semana. Es como si de repente hubiera tenido un salto en el tiempo. No he tenido prácticamente tiempo de cocinar ni mucho menos de visitar vuestras cocinas. Desde aquí os pido mil disculpas, intentaré ponerme un poco al día.

La semana pasada preparé dos tipos de panecillos, unos de cebolla y unos de centeno. Los de cebolla me quedaron feuchos, y no eran dignos  ni de una fotografía. Sabéis cuando algo está muy bueno pero misteriosamente tiene un aspecto que no acompaña, pues esos eran mis panecillos. Los volveré a preparar porque son riquísimos, sencillos y con un chorrito de aceite de oliva y buenos embutidos son una cena ideal.
Pues eso, nos quedan los de centeno. Es una receta que vi en el blog de Eva de Ma Petite Boulangerie , supongo que todos lo conocéis y si no es así ir corriendo ya veréis que maravillas prepara. Es un blog increíble, la verdad he probado muchísimos de sus panes y ninguno me ha defraudado, es más casi todos los repito una y otra vez.

Estos panecillos de centeno los he preparado varias veces y el sábado pasado que teníamos visita decidí volver a hacerlos. De la receta original, la podéis encontrar aquí, he variado bastantes ingredientes por necesidades del guión. Esto es cuando abres la despensa y no hay todos los ingredientes que tú hubieras jurado que habían. Es una receta para panificadora, el mejor regalo que me han hecho, jejejeje. Pero si no tenéis se puede amasar a mano, es una masa muy sencilla de maniobrar. Vamos a la receta.

Ingredientes ( 25 panecillos)

250 mL leche desnatada
10 g sal
4 cucharadas de aceite de girasol, o otro aceite suave
200 g harina fuerza
250 g harina de centeno
25 g levadura

Elaboración

Como bien he dicho, son muy sencillos de preparar, incluso si no tenemos panificadora.

Colocamos todos los ingredientes en la cubeta de la panificadora y seleccionamos el programa de amasado. Son más o menos unos 20 minutos. Una vez terminado, dejamos la masa que leve durante 1 hora más o menos, hasta que hayan doblado su volumen, si queréis se puede dejar dentro de la cubeta pero con la panificadora apagada.

Dividimos la masa en pequeñas bolitas de más o menos 75-100 g. Le damos la forma deseada, yo las hice como si fueran pequeñas barritas. Otras veces las he hecho en forma de bollitos redondos, para los desayunos.

Dejamos levar de nuevo, pero ahora una media horita.

Finalmente cocinamos durante 25 minutos en horno precalentado a 180 ºC. Transcurrido ese tiempo los sacamos y dejamos enfriar en una rejilla.

NOTA: Cuando yo los he preparado para toda la semana, se pueden congelar y con sacarlos la noche de antes es suficiente. Quedan deliciosos, y están igual de blanditos que el primer día.