Cupcakes de zanahoria y nueces con frosting de queso

La fiebre de los cupcakes ha llegado a casa. Nos encantan estos pequeños pastelillos. Es una delicia poder degustar estos pequeños bocados y lo mejor es que las combinaciones no tienen límites. El límite es tu imaginación o tus gustos jejejeje. En nuestro caso que nos gusta todo, no tenemos fin. 

Hace un par de semanas una amiga me comentó que a su hija le encantaban los cupcakes y que se quería animar a preparar. Yo que me animo a lo que sea las invité a que vinieran a casa y de paso también se lo dije a mi hermana. ¿Cuál fue el resultado? Mi minicocina ocupada por cuatro personas: mi hermana, mi amiga, su hija y yo,  y menos mal que las peques en ese momento estaban más concentradas en ver una peli que en venir a la cocina que si no..... Cuando volvió Luis a casa y se vio el panorama jejejeje, no sé como no se volvió a trabajar. Fue una tarde fantástica y una merienda deliciosa. Preparamos unas cupcakes de zanahoria. Ya habíamos probado una variante con naranja y ahora queríamos probar otra receta.

Ingredientes (12 cupcakes)

Masa:

250 g azúcar moreno

120 mL aceite de girasol o oliva suave

3 huevos L

210 g zanahorias peladas

160 g harina de repostería

10 g levadura en polvo

50 g nueces picadas

Canela molida

Frosting:

125 g queso blanco de untar

150 g azúcar glasé 

60 g mantequilla sin sal

Decoración:

Nueces

Canela molida

Elaboración

Rallaremos las zanahorias ya peladas y limpias. Reservaremos.

Batiremos los huevos junto con el azúcar moreno. Añadiremos el aceite de girasol y seguiremos batiendo hasta que tengamos una mezcla homogénea.

Añadiremos la harina y la levadura tamizadas y dos cucharadas de canela molida. Batiremos hasta que se incorporen los sólidos. 

Por último añadiremos la zanahoria rallada y las nueces picadas. Mezclamos con ayuda de una espátula.

Colocaremos cápsulas de papel en moldes de silicona o metálicos. Rellenaremos 2/3 partes de las cápsulas con la crema que hemos preparado y llevaremos al horno precalentado a 180ºC durante 20 minutos.

Retiramos del horno y dejaremos enfriar sobre una rejilla.

Mientras las bases se enfrían podemos ir preparando el frosting de queso. Previamente habremos sacado de la nevera la mantequilla y el queso de untar. Es importante que estén a temperatura ambiente. Si vemos que la mantequilla sigue muy dura, podemos ponerla unos segundos al microondas.

Batiremos la mantequilla, ya muy blandita, con el azúcar glasé tamizada y el queso de untar. Tendremos que obtener una mezcla cremosa. Colocaremos en una manga pastelera con la boquilla escogida y llevaremos a la nevera para que tome cuerpo. Esta crema no queda excesivamente dulce, podéis añadir más azúcar. Lo mejor es ir añadiendo y probando hasta llegar al punto de dulzor deseado.

Cuando ya estén las magdalenas frías decoraremos con la crema de queso que hemos preparado. Espolvorearemos canela molida y trocitos pequeños de nueces.

Fuente receta: Lecturas Postres

¡A degustar! Feliz domingo  todos.